La espectacular y variada red de rutas señalizadas de senderismo y bicicleta de montaña, que parten de la Villa de Espinosa de los Monteros y del centro de los cercanos Valles Pasiegos Burgaleses, constituyen una oportunidad para practicar deportes en uno de los entornos naturales más privilegiados del norte de España.
Una de las grandes ventajas de practicar senderismo es el sencillo y accesible equipamiento que requiere: calzado apropiado, una prenda para lluvia, pantalones largos que nos protejan de la vegetación que crece al borde de algunos senderos y el móvil por si surge alguna urgencia. Si la ruta es larga podemos incluir una cantimplora o un termo y algo de alimento reconstituyente.
La OMS recomienda una media de 40 minutos diarios de actividad anaeróbica. Los mejores deportes para practicar este tipo de ejercicio y conseguir una buena salud física y mental son: senderismo, natación y ciclismo. Son deportes de bajo impacto, con mínimo riesgo de lesiones, que fortalecen músculos, articulaciones y huesos. Practicándolos conseguimos quemar calorías, prevenir enfermedades y mejorar el sistema cardiovascular y respiratorio. El ejercicio supone un gran estímulo para producir hormonas de la felicidad, como endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina. Logramos también reducir el estrés y la ansiedad al tiempo que mejoramos la conexión con uno mismo, la confianza y la capacidad de superación. Alcanzamos además percepciones como el sentido aventurero, la sensación de descubrimiento y la de logro de objetivos, impresiones apetecibles que fomentan esta práctica.
En la zona de Espinosa de los Monteros vamos a encontrar el ámbito idóneo para conseguir una experiencia de senderismo plena: amplias praderas de intenso verdor, hermosos bosques de ribera, espesos robledales, frescos hayedos, ríos y arroyos sonoros y evocadores, ancestrales cabañas de piedra, extensas y espectaculares vistas panorámicas, que finalizan en un lejano horizonte o en montañas macizas e imponentes. Por cada zancada, la naturaleza nos obsequia en estos valles con una sorpresa para los sentidos, y el silencio, un silencio agradable, casi desconocido, solo roto por el sonido de nuestros pasos, la brisa, el canto de un pájaro o el trote de un corzo asustadizo.
A continuación describimos las características de las rutas por las que podemos optar partiendo de la Villa. En el próximo número incluiremos las que parten del centro de los Valles Pasiegos Burgaleses.
Robledal de Espinosa y Monte Edilla. Situados en la zona sur del municipio, donde se encuentran las Piscinas Municipales y el Albergue Juvenil, descubrimos estas dos rutas circulares, concéntricas, aptas para todos los públicos; una larga y otra más corta. Recorren el impresionante robledal y se puede extender hasta el Monte Edilla.
Senda Entre Prados. Ruta lineal que nos acerca a la pedanía de Quintana de los Prados recorriendo prados de siega, cabañas, acebos y un frondoso robledal.
Senda de Castromorca y Lobera. Situada en la zona de la subida a Picón Blanco, célebre por su llegada de etapa en la Vuelta Ciclista a España. Podemos hacerla más larga partiendo desde Espinosa de los Monteros o más corta acercándonos en coche hasta el Alto del Caballo donde transitaremos por una ruta circular más corta. Desde lo alto, podemos disfrutar de vistas panorámicas excepcionales de los valles; en días despejados se puede observar el mar. Recorriendo la ruta topamos con el antiguo poblado de Castromorca, cuyas cabañas son el vestigio más antiguo conservado de la cultura pasiega, ya que datan del siglo XVI. En Lobera, podemos contemplar con admiración una ingeniosa construcción trampa para apresar a los lobos que atacaban el ganado.
Caminos de la Sonsierra. Desde la Torre de los Velasco parte esta ruta circular que nos traslada hasta Quintanilla del Rebollar donde está situada la Casa del Parque del Monumento Natural de Ojo Guareña. Coincide con el Camino Olvidado de Santiago.
Camino de Noceda. El itinerario de la ruta transcurre a la sombra de los imponentes farallones calizos que caracteriza el paisaje kárstico de la zona. Pasa por las localidades de Santa Olalla y Para.
Ribera del río Trueba, a su paso por Espinosa de los Monteros. Dotado de paneles informativos descriptivos en el propio recorrido, sin embargo no aparece en el mapa de las rutas señalizadas para senderistas y ciclistas que proporciona el Ayuntamiento, ya que se incluye en la ruta del Estraperlo. Es un agradable paseo por el camino paralelo al río, que incluimos aquí por su belleza singular y el fácil acceso, gracias a la situación cercana al centro de la Villa. El acondicionamiento del río ha convertido este sendero en un paseo deleitable, con piscinas naturales, una cascada, varias áreas arboladas con merenderos, zonas deportivas y un sector con infraestructura recreativa cerca del aparcamiento para auto-caravanas. Podemos considerar este paseo como el principio de la última ruta que comentamos.
Senda del Estraperlo y Domingo Pájaro. Es una ruta mítica, usada en la posguerra como vía alternativa para la actividad de contrabando del trigo de la Meseta. Une las localidades de Espinosa de los Monteros y Las Machorras. Caminamos paralelos a la ribera y remontando el río Trueba, pasando por Bárcenas, disfrutamos de una gran variedad de paisajes y de la subida a Domingo Pájaro.
El mapa con las características de cada ruta está disponible en la Oficina de Turismo, en algunos comercios locales, o en la página de internet del Ayuntamiento.
Al finalizar un día por los senderos de Espinosa de los Monteros, comprobarás que tus pulmones han disfrutado de aire puro; tu rostro, del sol; tus ojos, del espectáculo de la naturaleza; y tu corazón, de paz.