Muchos de vosotros os habéis cruzado con él cuando dabais un paseo por algún camino de las Merindades, ya rayando la noche y habréis pensado… uno más de esos hombres y mujeres a los que les gusta salir a dar un paseo rápido por el campo. Pero no os habéis cruzado con cualquiera, os habéis cruzado con Santos Lamosas Ruíz. (Gibaja, Cantabria-1959). Vecino de Villalaín, a tres kilómetros de Villarcayo.
TEXTO Y FOTOS
Manuel Pérez Palacios
Desde pequeñito su afición siempre ha sido correr pero no correr sin más. Santos siempre ha querido saber lo que hay más allá del horizonte, por eso se ha especializado en las carreras de grandes distancias.
Desiertos americanos, La muralla China, la Ultra Trail del Aneto: 109 km por los caminos más empinados y pedregosos del Pirineo de Huesca. Y así, más de 600 maratones e incontables competiciones a lo largo y ancho del planeta. En casi todas las pruebas más importantes del calendario mundial Santos Llamosas Ruíz, ha dejado su nombre inscrito y el pabellón español y castellano bien alto.
Todos sabemos lo que ha pasado en el Mundo con la maldita epidemia del COVID-19. Restricciones, confinamientos y casi hasta toques de queda. Santos Llamosas no podía resignarse a estar parado mano sobre mano en casa, las piernas se le movían solas y se le ocurrió un nuevo reto.
Su casa es una casa típica de pueblo, grande y con patio, así que desde el día 15 de marzo que comenzó el confinamiento y el 3 de mayo que al gobierno le dio por abrir un poco la mano… Él se puso a hacer lo mejor que sabe; seguir con lo suyo. Los retos.
En esta ocasión, el increíble y sorprendente reto personal de Santos Llamosas ha sido caminar sin parar por el interior de su casa durante un montón de horas ininterrumpidamente.
Jornadas de: 8-9-10-13-16-18-22 y 24 horas seguidas, sólo paraba para ir al baño. El circuito a recorrer mide en total: 73m. (14.5m el patio empedrado y 22m el interior de la vivienda, incluidos 33 escalones).
El tiempo que tarda en hacer los 73m es de 65 segundos. Si echamos cuentas, el día que recorrió las 24hs sumó 97km y 33m a sus hercúleas piernas.
Santos Llamosas vive por y para el atletismo. No concibe su existencia sin poder correr. La vida le ha puesto muchas trabas pero… según él, no ha visto ninguna o las ha esquivado. Santos no tiene un trabajo fácil o sedentario de oficina. Siempre se ha ganado la vida en trabajos duros, construcción, hostelería, y alguna otra labor tan dura o más que estos dos descritos. Como él dice…”Hay que comer y pagar las facturas”.
Durante 8 ó 10h al día, da el callo como cualquier compañero de tajo. Pero al salir del trabajo, nada ni nadie le impide calzarse las zapatillas de deporte, ponerse la camiseta, el pantalón corto y lanzarse a recorrer los caminos de Las Merindades y hacer tres o cuatro horas de entrenamiento diario (haga frio o calor, llueva o caliente el sol). Esa rutina la sigue a rajatabla desde que tiene uso de razón. La disciplina y el sacrificio son su lema. Desde 2012 ha pasado a las listas de minusválidos, una lesión ósea se ha cruzado en su camino. Los que le conocemos creíamos que ya no volvería a correr pero su férrea voluntad y su amor por este deporte tan duro no han podido con él, solamente le ha hecho bajar un poco el pistón pero ahí sigue, sorprendiéndonos día a día con nuevos retos y con nuevas metas que Santos Llamosas Ruíz aún guarda en la recámara.