VALLE DE MANZANEDO
El Monasterio de Santa María de Rioseco se encuentra a orillas del río Ebro, en el Valle de Manzanedo, junto al parque natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón, a 10 km de Villarcayo y 72 km de Burgos.
En 2008 entró en la Lista roja de patrimonio en peligro, pero gracias al trabajo del colectivo Salvemos Rioseco y las mejoras logradas por esta asociación, en octubre de 2018 fue excluido de esta lista.
En 2019 fue nombrado por la Junta de Castilla y León Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento.1
BREVE HISTORIA DEL MONASTERIO
Santa María de Rioseco fue un monasterio viajero. Tuvo tres emplazamientos anteriores al actual.
- Su primera ubicación fue en Quintanjuar, entre Cernégula y Masa. En 1139 el rey Alfonso VII le entregó el monasterio al monje Cristóbal.
- El rey Alfonso VIII le ofreció donaciones si se trasladaban a San Cipriano Montes de Oca en La Rioja. Allí se establecieron en 1184.
- A los monjes nunca les gustó este lugar. En 1204 se mudaron cerca de su actual ubicación en el Valle de Manzanedo, lo hicieron sin consultar a nadie, motivo por el que fue destituido el abad.
- En 1236 se trasladaron a la ubicación actual, lo que conocemos como Monasterio de Santa María de Rioseco. La disculpa fue que una inundación había destruido el monasterio. En esta ocasión solicitaron al Capítulo el permiso para su traslado.
A partir de este momento el monasterio se convirtió en un importante Dominio Señorial. A finales del siglo XIII el monasterio asienta su señorío en un círculo de unos 50 km. de diámetro.
El 11 de abril de 1849 se produjo la venta del monasterio, tal y como se contemplaba en la Desamortización de Mendizábal. Fue comprado por Francisco de Arquiaga. Desde el primer momento cedió la iglesia como parroquia que funcionó hasta la segunda mitad del siglo XX. En 1953 la familia Arquiaga cedió las ruinas del monasterio al Arzobispado, su actual propietario.
LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE RIOSECO
Su planta es de una sola nave, formada por cuatro tramos de diferentes dimensiones, siendo el que se sitúa junto al crucero más ancho que los otros.
El transepto es de una sola nave.
La cabecera es tripartita y recta. A los pies se dispone el Coro de los Conversos, que curiosamente se sitúa en alto.
El interior se cubre con bóvedas cuatripartitas y la cabecera con una bóveda de ocho nervios, confluyentes en la clave.
La cabecera se ilumina con 3 vulgares ventanales que permitían iluminar el interior a través del retablo principal.
La primitiva cabecera gótica poseía 3 ventanales apuntados, que fueron cegados posteriormente, aunque apreciamos su tracería.
En el muro norte de la iglesia se disponía el púlpito, el acceso a la escalera de caracol que conducía al primitivo campanario y la escalera que conducía al órgano que se disponía en un enorme vano actualmente vacío.
Las dos capillas de la cabecera son funerarias, la de la derecha era de los Velasco y en la de la izquierda se encuentra la cripta del matrimonio Varona-Murueta.
EL CLAUSTRO
Es un magnífico ejemplo de arquitectura clasicista. Fue contratado en 1595 con el cántabro Juan de Naveda. En la Panda del Mandatum, al norte, se adosa la iglesia. Al Este está la Panda de la Sala Capitular, al Sur la Panda del Refectorio del que no queda nada y al oeste la Panda de la Cilla. Las arquerías de estas dos últimas Pandas son las que han sufrido un deterioro mayor. En todas ellas se abrían clasicistas puertas de acceso a las dependencias, muchas de las cuales resultan difíciles de distinguir por haber sido cegadas. En la Panda de la Sala Capitular se abre el acceso a la antigua escalera principal, una bella escalera de caracol sin alma, semejante a la del Monasterio San Pedro de Cardeña de Burgos.