En el marco de los trabajos de revisión de cavidades que está llevando a cabo el Grupo Espeleológico Edelweiss (GEE) en los Montes del Somo y Valnera, pertenecientes ambos al municipio de Espinosa de los Monteros, recientemente se ha finalizado la exploración y topografía de la Torca de Sogalamuela. Terminadas estas actuaciones el desarrollo actual de la cavidad asciende a 1.546 metros de desarrollo y -106 de desnivel.
En 2021, tras los últimas labores efectuadas en esta cavidad, se ha logrado conectar esta Torca de Sogalamuela a la Cueva de la Garma de la Canaleja consiguiéndose así un sistema con dos accesos situados respectivamente en las caras Este y Oeste de este macizo.
Los nuevos descubrimientos se unen a los realizados por este mismo Grupo en 1978 en que se llevó a cabo la exploración parcial de sus primeros 160 metros y el descenso del pozo principal de acceso de 80 metros de profundidad. Con estos hallazgos la cavidad pasa a engrosar la relación de Grandes Cavidades de la provincia de Burgos tanto por desarrollo como por desnivel.
Las dos entradas actuales al sistema se localizan en las proximidades de la plataforma superior del lapiaz tabular de la Peña de Henal a los pies del monte Gusmor, muy próximo al parque eólico de Los Castríos. Los intensos procesos de karstificación de la zona han generado una importante red de galerías y conductos subterráneos que han dado como resultado la conformación de un elevado número de cuevas y torcas.
La dirección predominante de la cavidad se desarrolla sobre un plano en sentido Oeste – Este muy similar al de otras cavidades estudiadas por el G. E. Edelweiss en los montes colindantes y todas ellas de similar morfología, litología y desarrollo. Esto ha propiciado la incipiente línea de investigación que el Grupo mantiene abierta en la zona de que la mayoría de estas cavidades tuvo su génesis en el cuaternario, época geológica en la que formarían una única gran cavidad que actuaría de desagüe natural del glaciar paleokárstico existente en aquel tiempo en el Valle del Trueba, y cuyas aguas serían trasladadas por sus conductos hasta las inmediaciones del entorno actual de la localidad de las Machorras.
Esto se hace evidente, no solo por su similitud en cotas y orientaciones, sino también por los importantes depósitos de materiales de arrastre, principalmente detríticos y sedimentarios, que acumulan estas cavidades y que a la postre ha tenido como consecuencia que buena parte de sus galerías se encuentren colmatadas tras la disminución paulatina de la lengua glaciar y el encajamiento del río Trueba.
Posteriormente, nuevos procesos morfológicos unidos a otros de erosión dieron como resultado la formación de diferentes valles que han ido seccionado la gran cavidad originaria teniendo como resultado otras tantas independientes y que en la actualidad son objeto de estudio y catalogación.
Otro elemento a destacar es la utilización de estas cavidades en general y de esta en particular, como refugio de hibernación en el pasado de varias generaciones de Ursus Arctos (oso pardo europeo) de diferentes cronologías. Esto a razón del importante número de oseras, zarpazos y restos óseos que se localizan en estas cavernas y que han sido puestos a disposición de los principales investigadores en la materia del país.
El municipio de Espinosa de los Monteros atesora un vasto patrimonio kárstico que se materializa en 718 cavidades inventariadas en su territorio. La suma de todas ellas acumula más de 128 km de galerías horizontales y el mayor número de pozos de desnivel absoluto superior a 100 metros de la provincia. En la zona específica de Castríos y Montes del Somo son ya 156 las cavidades inventariadas y estudiadas. De todas ellas, 6 superan el km de desarrollo y 2 los 100 metros de desnivel.
Este trabajo forma parte del proyecto de revisión, catalogación y digitalización del patrimonio kárstico de Burgos en el que el G. E. Edelweiss está inmerso desde hace 3 años, durante los cuales se han revisado y catalogado hasta la fecha un total de 3030 cavidades y digitalizado del orden de un total de 36.000 documentos. Esto, sin duda, facilitará su uso posterior por investigadores y otros grupos y colectivos interesados en el estudio de los diferentes karst de la provincia.