En la huida, un agente tuvo que apartarse para no ser atropellado, obligó a una motocicleta a maniobrar bruscamente e hizo caso omiso a la indicaciones y señales luminosas. Ha sido detenido por un delito contra la seguridad vial por conducir con temeridad manifiesta y poner en concreto peligro la vida e integridad de las personas.
La Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Burgos ha detenido a un conductor de 29 años de edad, como presunto autor de un delito contra la Seguridad Vial por conducir un vehículo a motor con temeridad manifiesta y poner en concreto peligro la vida e integridad de las personas.
Los hechos ocurrieron días atrás en la carretera N-629, a la altura de San Cristóbal de Almendres; eran las 13:00 horas cuando personal del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Burgos que había desplegado en ese punto un control dirigido a la seguridad vial, realizaba la señal de alto y parada a un vehículo que se aproximaba al dispositivo.
Lejos de aminorar y detener la marcha, el conductor desobedeció las señales del agente y tomó trayectoria hacia la posición del guardia civil que tuvo que apartarse para evitar ser atropellado; a continuación maniobró y se desvió por una carretera adyacente, dándose a la fuga a elevada velocidad; en la huida hizo caso omiso a las indicaciones y señales acústicas y luminosas de los vehículos oficiales que le seguían, para que depusiera su actitud.
Además obligó a maniobrar bruscamente al conductor de una motocicleta con la que se cruzó, poniendo con ello en concreto peligro la integridad y la propia vida del motorista.
Finalmente fue interceptado y detenido, instruyéndose diligencias que han sido entregadas en los Juzgados de Villarcayo.
Estas conductas al volante negligentes y temerarias, con manifiesto desprecio y absoluta falta de percepción del riesgo ocasionado, además de constituir una infracción muy grave al vigente Reglamento de General de Circulación, pueden ser constitutivas de un delito contra la Seguridad Vial, ya que no sólo ponen en peligro nuestra integridad física, sino la propia vida y la del resto de usuarios de la vía.