COMUNICADO DE PRENSA

El sector turístico está siendo uno de los grandes perjudicados en la pandemia actual. Alojamientos rurales como posadas y hoteles rurales sufren iguales restricciones que cualquier hotel de costa o ciudad.

El período postpandemia se va a ver muy influenciado por la grave crisis económica pronosticada por los expertos y solo aquellos territorios altamente competitivos podrán optar por una rápida recuperación.

Desde la Asociación de Turismo Rural de Las Merindades, además de la calidad de nuestros alojamientos y de la riqueza artístico y cultural de nuestros pueblos y villas, somos muy conscientes del principal atractivo de la Comarca, el Territorio Natural.

En los estudios turísticos promovidos por el centro de desarrollo rural, CEDER Merindades, siempre ha destacado el Recurso Natural de alto valor que posee la Comarca de Las Merindades, valor que consideramos se debe proteger y conservar. En base a esos estudios se han realizado y se realizan campañas de promoción de la comarca, en los que se han invertido miles de euros, inversiones realizadas tanto desde el propio CEDER Merindades, como el otros organismos como SODEBUR o la propia Junta de Castilla y León.

La despoblación ocurrida en los años 50-60 ha propiciado que en grandes áreas de la Comarca se haya producido un fenómeno de conservación del espacio natural. Así, el patrimonio más importante que poseen Las Merindades y el más valorado por la mayoría de los visitantes es el Patrimonio Natural.

En los últimos años este patrimonio natural está siendo perjudicado por una industria que apenas beneficia a la comarca, la industria eólica. Abrir pistas y caminos para acceder a las cumbres, roturar los montes, instalar medidores, construir subestaciones, instalar cientos de km de redes de evacuación, cementar apoyos para macroaerogeneradores de 200 m. de altura, etc. no es valorar el Recurso Natural de alto valor que posee las Merindades, es menospreciar y destrozar el medio natural.

La instalación de parques eólicos, iniciada hace más de 20 años, está cambiando de una manera radical e irreversible el paisaje. Es difícil no ver aerogeneradores desde cualquier lugar de la comarca. Desde nuestro sector, nos preguntamos qué turismo vamos a promocionar y atraer con semejante impacto visual.

En la actualidad sigue sin haber una regulación clara al respecto. Altos cargos de la Junta de Castilla y León han sido imputados en una trama de corrupción entre los años 1995 y 2011, trama vinculada a la instalación de parques eólicos que aún sigue en tramitación judicial.

Entendemos que la industria eólica, mal planificada, mal ejecutada, con graves impactos medioambientales y con intereses exclusivamente económicos no es una industria sostenible y mucho menos verde.

Sirva de ejemplo la petición de instalación del parque eólico denominado “Estacas de Trueba”. El proyecto vuelve a afectar a un paraje sobre el cual en 2006 la Junta de Castilla y León emitió una Declaración de Impacto Ambiental negativa. A día de hoy esta ubicación sigue teniendo el mismo valor ecológico y paisajístico, la misma proximidad a espacios naturales protegidos y sigue permaneciendo en un área de alta densidad de aerogeneradores. Resulta extraño que una empresa con accionistas como el grupo Villar-Mir, pretenda la construcción de un parque eólico en una localización ya desestimada en principio por la propia Junta de Castilla y León.

Entendemos que la provincia de Burgos y nuestra Comarca de Las Merindades han superado con creces el volumen de industria eólica que pueden soportar. En el Patrimonio Natural, el mayor valor de la comarca, se apoya el sector turístico en sus diversos aspectos, alojamientos, restauración, comercio y servicios en general. Todo ello promueve en gran medida su economía.

Los aerogeneradores no generan otras industrias en la comarca. Las facturas eléctricas que aquí se abonan no disminuyen en su importe. Los empleos que se generan son anecdóticos.

Entendemos que convertir Las Merindades en un gran polígono industrial es no tener una clara visión global de futuro de la Comarca. Algunos de nuestros dirigentes ven sólo los mínimos beneficios económicos generados por la industria eólica en sus municipios, obviando el resto de impactos socioeconómicos que provocan esas instalaciones, el daño a sus propios comercios y negocios, el deterioro de su Patrimonio Natural abocándolo a ser destino de tercera, no de primera como debería de ser por su alto valor e interés si se dejara de destrozar. Por si fuera poco, los grandes beneficios económicos y la producción eléctrica se van fuera.

Desde la Asociación de Turismo Rural Las Merindades con amos en que la población de la comarca sea consciente de la amenaza de la proliferación indiscriminada de parques eólicos y no vuelva a permitir que sus dirigentes den el visto bueno para que se sigan instalando. Las Merindades tiene una industria eólica ya instalada que excede en mucho a lo que la propia Junta de Castilla y León propuso en su Plan Eólico para que se considerase sostenible. La instalación de más parques eólicos no hará nada más que devaluar su principal recurso, el Patrimonio Natural