El pasado 21 de septiembre los vecinos de Baranda de Montija rindieron un bonito homenaje a los maestros y maestros de la antigua escuela de la localidad, extendido a todos los docentes de las escuelas de pueblo desaparecidas por la despoblación.
Todo comenzó por una piedra situada cerca de la antigua escuela, seguramente perteneciente a su construcción o alguna obra del propio edificio. Gaspar Pereda, escultor de Baranda, propuso que con el gran bloque de piedra crear una escultura como homenaje a los maestros y maestras que hubo en su día en la escuela. Se puso manos a la obra y una vez terminada se colocó justo al lado de la antigua escuela. Para que el homenaje fuese completo se buscó al alumno más antiguo que estudió en la escuela y que aun reside en Baranda, Manuel Peña y por otro lado, miembros de la Asociación localizaron a Begoña Arrieta, la última maestra que impartió clases en el pueblo, precisamente cuando Manuel Peña era alcalde de la localidad en el año 1974, hace ahora justo 50 años. Después se cerró la escuela por falta de niños y los alumnos fueron al centro de Villarcayo.
El acto de homenaje comenzó con el descubrimiento de la escultura y las fotos de rigor en un ambiente muy distendido entre los antiguos alumnos, la maestra y numerosos miembros de la Asociación. No podían faltar los niños y Julia, una niña de 10 años, leyó un texto escrito por ella misma en el que expresó su opinión sobre las diferencias que hay entre las escuelas actuales y las de sus abuelos.
Por su parte, Manuel Peña recordó varias anécdotas y vivencias de su época como estudiante, “antes solo se estudiaba aquí hasta los 14 años y después la mayoría de los niños a esa edad ya se ponían a trabajar”. Recordó a su único maestro en la escuela, Don Gregorio, a él y a los posteriores “todos los vecinos les llevaban su correspondiente ración cuando se mataba al cerdo, también patatas”, incluso se les dejaba un huerto para que sembraran sus hortalizas…
La última maestra de Baranda, Begoña Arrieta, quiso agradecer la invitación, le hizo mucha ilusión que se acordasen de ella y no dudó ni un momento en aceptar. Vive en Bilbao pero llegó puntual al homenaje.
En agradecimiento al “Tío Manolo”, como cariñosamente llaman los vecinos a Manuel, le regalaron una bonita estatuilla de metal representando un alumno con su libro y a Begoña Arrieta un precioso ramo de flores.
La mañana acabó con un tentempié para todos los que hasta allí se acercaron en el interior de la antigua escuela, cuyo interior se encuentra reconstruido fielmente a como estaba hace décadas con los pupitres, pizarra, etc.
Gaspar Pereda
Gaspar Pereda es el autor de la obra situada ahora al lado de la escuela de Baranda. Empezó muy tarde con la escultura, primero utilizó madera y ahora también hace esculturas en hierro y madera. Algunas de sus obras se han podido ver en exposiciones en Burgos, Medina o Espinosa y también decorando en la antigua Escuela de Baranda.