Natural de Fresnedo (Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja), se formó con los Hermanos Maristas. Catedrático de Paleografía y Diplomática en la Universidad de Deusto. Vivía en Deusto (Bilbao).
Muy vinculado a Villarcayo, era Presidente de Honor de la Asociación de Amigos de Villarcayo. Había escrito distintos libros y diversas colaboraciones colectivas sobre la Villa.
El pasado 9 de noviembre el Ayuntamiento y la Asociación de Amigos de Villarcayo de Merindad de Castilla Vieja le homenajearon en Bilbao.
El propio Manuel López Rojo en un emotivo discurso recorrió su vida donde no podía dejar de mencionar su infancia en Fresnedo, los italianos y la guerra civil o los maestros que vivían en su casa y fueron su luz. “Nacimos 4 niños aquel año de 1933 y fuimos 30 en la escuela. Aquellos primeros 12 años fueron los mejores de mi vida. Quien no haya vivido en un pequeño pueblo no lo puede entender, el frescor de sus aguas, la luz de días, su paisaje”, comento emocionado el viejo profesor.
No faltó su compromiso reivindicativo para Las Merindades, a las que dice que tiene un poco olvidadas, pidió una autovía para Bilbao o más inversión para que los jóvenes no tengan que irse de allí. También tuvo tiempo para relatar el fabuloso tesoro que encierra el archivo del Corregimiento de las Siete Merindades, del que él mismo es autor del Catálogo documental del Corregimiento de Villarcayo obra de referencia para su conocimiento y que junto al libro “Villarcayo, capital de las siete merindades de Castilla-Vieja” o a los ensayos, “Aportación del corregimiento de Villarcayo a la construcción y arreglos de los puentes palentinos (Carrión, Quintana de la Puente, Saldaña, Astudillo, Melgar de Yuso, Guardo, Lantadilla, Villoldo…) en los siglos XVI, XVII y XVIII” o “Aproximación a la importancia de los caminos que relacionaban Burgos con las más antiguas Merindades de Castilla-Vieja: los hocinos y los horodados”, le hacen ser unos de los autores de referencia para el estudio y conocimiento de la historia de nuestra comarca.