VALLE DE TOBALINA
A unos 800 metros al norte de Herrán en la margen derecha del río Purón se encuentran las ruinas de esta ermita anexa a la pared de un farallón rocoso. Un bonito lugar para visitar a la vez que se recorre la ruta del desfiladero del río Purón.
La ermita de San Pedro y San Felices, aunque se encuentra documentada su presencia en el siglo IX, se construyó posiblemente durante los siglos VII y VIII, y sería el primer asentamiento de la comunidad religiosa que en año 852 formó el monasterio de San Martín de Ferrán, cuyas ruinas se encuentran a 1 kilómetro de ese punto.
Situada a unos 800 metros al Norte de Herrán, en la margen derecha del río Purón, se construyó a los pies de un farallón de roca caliza adaptándose a las irregularidades y la pendiente del terreno. En una primera etapa se levantó un edificio de pequeñas dimensiones, con una planta cuadrada de 16 m2 con probable cubierta de bóveda de arista, y una de las paredes adosada a la roca. Los muros se hicieron con grandes cantos rodados los que se aplicó un enlucido con cal.
El interior se encuentra nivelado y se cubre con tierra apisonada. Al interior se accedía a través de una escalinata de tres peldaños, hoy desaparecida. El tejado, aunque no se conserva, se piensa que fue de madera y cubierto con tejas.
Este pequeño edificio posteriormente se amplia de forma que se convierte en la cabecera de una nueva iglesia. Se le adosa una nave rectangular en la parte baja, construida con mampostería de toba y arenisca con sillares es esquinas y vanos y probablemente cubierta con bóveda de cañón.
Se trata de una iglesia gótica del siglo XIII que ha permanecido en uso hasta el siglo XIX, aunque consta que en el año 1912 tenía altar con las imágenes de San Roque y Nuestra Señora de la Silla.
VALLE DE TOBALINA
Herrán