El primer torneo “Greta Garbo”, no fue en realidad un torneo, fue un partido entre amigos que jugaban en el campo de golf Villarías. La idea nació de Josetxu Zubizarreta que pensó que estaría bien una evasión del repetitivo día a día y “escapar”, a jugar a otro campo. El recuerdo de las escapadas (piras o novillos) que hacía de chaval con su grupo de amigos, que se hacían llamar “comando Greta Garbo”, fue de donde tomó el nombre al partido. La última decisión era la elección del campo al que ir a jugar, y entre aquel grupo se decidió que fuera el campo de golf de Lerma.
En los primeros años, se apuntaron incluso amigos que no jugaban a golf, simplemente para pasar el día, y en coches particulares viajaban hasta Lerma para participar en el partido. Año tras año, el número de jugadores y acompañantes fue en aumento, y ya se comenzó a hablar del “torneo Greta Garbo”, dejándose de ir en coches para ir todos en un autobús.
La organización del torneo ya era importante, se encargaban Josetxu Zubizarreta y José Lertxundi. Ya había trofeo para el ganador, sorteo de premios y un premio propio de este torneo, una cuchara de madera para el último clasificado.
La organización corrió por parte de estos dos grandes amigos hasta que dos enfermedades se los llevaron. Pero dos de sus mejores amigos, con la ayuda inestimable de otros deportistas, decidieron que no se podía perder el espíritu del torneo y continuaron con su organización, que pasó de alguna manera a ser un memorial de los organizadores iniciales y de otros jugadores habituales del torneo que desgraciadamente ya no están.
“Queríamos mantener el espíritu de fraternidad que tenía el torneo, cuando te preguntaban, ¿qué tal?, la respuesta no era como en el resto de los torneos, bien, he hecho tantos puntos, o mal, he hecho… la respuesta era he pasado un día genial, he disfrutado con mis amigos haciendo lo que nos gusta, lo de menos era hacer un buen resultado, aunque todos queríamos hacerlo bien, no obstante, tampoco queríamos que pudiera llegar a convertirse en una pachanga y por ello decidimos que fuera un torneo oficial para la federación, siendo válido para hándicap, esta ha sido nuestra principal innovación”.
La idea es seguir con la organización del torneo, recordando a los que ya no están y confraternizando entre los participantes. Así pues, hasta el próximo Greta Garbo.