Este mes de diciembre cerraba sus puertas el supermercado “Elifio”, un negocio familiar que abrió sus puertas hace 100 años de las manos de Balbino Martínez, abuelo de los actuales propietarios.
No sabemos la fecha exacta de cuando abrió sus puertas el supermercado más antiguo de Villarcayo, pero casi con toda seguridad fue en el año 1922. Por aquel entonces, Balbino Martínez regentaba una tienda en el barrio del Ventorro, a las afueras de Villarcayo en la salida hacía Burgos. Ese año un incendio destruyó un garaje con vehículos y varias casas entre las que se encontraba el almacén de vinos y tienda de comestibles propiedad de Balbino Martínez, por lo que posiblemente fue en esa fecha cuando el negocio se desplazó a un lugar más céntrico, a la Plaza.
Balbino y su mujer regentaron durante varios años el negocio de la Plaza, pero Balbino murió joven y se hizo cargo del establecimiento su viuda, Carmen Villarías, hasta que sus hijos, Tomás y Elifio tomaron las riendas del negocio, que por entonces era un almacén de vinos y tienda de comestibles que además tenía bar, un lugar donde se podía tomar un vino y a la vez comprar comida e incluso productos de ferretería, como en muchos de los establecimientos que había antes en los pueblos.
En unos años, los hermanos Tomás y Elifio Martínez Villarías separaron los negocios y fue cuando Elifio se quedó con la tienda de comestibles junto a su mujer Margarita, dando nombre a uno de los establecimientos más emblemáticos de Villarcayo durante los últimos años.
Elifio tuvo tres hijos, dos de ellos, Carlos y Luis, trabajaron desde muy jóvenes en el supermercado junto a sus padres, y con la jubilación de éstos, modernizaron las instalaciones y continuaron ellos con el negocio familiar donde han trabajado prácticamente durante toda su vida.
Sin embargo, este año les ha tocado jubilarse, y esta vez el supermercado ha echado definitivamente el cierre, ya que la cuarta generación, los biznietos de Balbino, no se van a dedicar al comercio y el supermercado “Elifio” finalmente ha cerrado sus puertas después de 100 años vendiendo sus productos en la Plaza de Villarcayo.
El local ha sufrido muchas remodelaciones desde su apertura, el antiguo establecimiento además de tienda de comestibles era bar y estanco, donde seguramente muchos vecinos aún recordarán haber tomado algún vino, comprar tabaco o incluso productos de ferretería o calzado. En los años 60, Elifio quitó el bar y se dedicó solamente a la venta de comestibles. Carlos y Luis también remodelaron y modernizaron varias veces el supermercado.