El 7 de abril a las 12.10 horas se recibe una llamada en la sala de operaciones del 1-1-2 de Castilla y León que solicita asistencia para un varón que ha sufrido una caída y se ha fracturado un tobillo y no puede continuar. Indican que se encuentran en el Desfiladero de los Hocinos, en Valdenoceda, una zona inaccesible para vehículos por tierra.
El gestor del 112 realiza inmediatamente una multiconferencia con Emergencias Sanitarias -Sacyl-, que se encarga de realizar una primera valoración e indica al alertante lo que debe hacer hasta que lleguen los servicios de emergencia, y con el Centro Coordinador de Emergencias, que se encarga de coordinar el incidente, localizando la ubicación exacta de la víctima y movilizando el recurso más oportuno, en este caso, el helicóptero de rescate de la Junta de Castilla y León con dos rescatadores, uno de ellos enfermero, hacia la zona.
Además, desde el 1-1-2 se da aviso del incidente a la Guardia Civil COS, a los bomberos de Burgos y a los bomberos de Miranda de Ebro.
Tras sortear las inclemencias meteorológicas adversas, dado el fuerte viento y la lluvia que hay en la zona, el Grupo de Rescate localiza al herido, un varón de 55 años, en una zona muy arbolada y el helicóptero se queda en estacionario para permitir la bajada de los rescatadores. Tras la valoración de la rescatadora enfermera, le inmoviliza la pierna herida con una férula y el paciente es porteado hasta un claro, para ser izado al helicóptero mediante maniobra de grúa doble, con un triángulo de evacuación, junto a ella.
Posteriormente, es evacuado hasta a la localidad de Villarcayo, donde espera el personal sanitario, para trasladarle en ambulancia de soporte vital básico al Complejo Asistencial de Burgos.