El 24 de agosto la plaza del Ayuntamiento acogió una nueva edición de la celebración de la capitalidad de Villarcayo con la representación en una obra de teatro sobre los hechos ocurridos aquellos días de agosto de 1560 cuando el rey Felipe II envió al Dr. Mendizábal, Oidor de Valladolid, para hacerse cargo de la Justicia real en Las Merindades.
Cientos de personas disfrutaron de la obra dirigida por la compañía burgalesa Ronco Teatro en la que participaron de más de 20 actores voluntarios villarcayeses que mostraron la historia de Villarcayo de una forma muy amena e ilustrativa.
La calurosa tarde del 28 de agosto de 1560 en el lugar de Miñón, debajo de un moral, el Dr. Mendizábal citó al Doctor Garavillo, Teniente de Justicia Mayor de Las Merindades, a Diego de Bibanco, procurador general y al resto de procuradores, regidores, merinos y vecinos de todas esas tierras.
Fue el Doctor Mendizábal quien en última estancia eligió a Villarcayo, pero antes hizo honor a su cargo y escucho a los propios habitantes de estas tierras, quienes “democráticamente” y en concejo abierto decidieron otorgar ese honor a Villarcayo.
La elección de la Capitalidad no se hizo en función del tamaño de la localidad, ya que en el año 1560 Torme tenía 63 vecinos, Bisjueces 56 vecinos y Villarcayo 25 vecinos, sino que en la decisión primó el emplazamiento y la equidistancia de Villarcayo con el resto de las localidades de Las Merindades.
Este hecho ha tenido gran repercusión para la localidad de Villarcayo, pues a partir de este nombramiento se le dotaron a Villarcayo de distintas instituciones. A partir de esta fecha, se crea el Juzgado, la cárcel para hombres y mujeres, con capilla incluida y años después se establecen los días de mercado y ferias. Desde el año 1628 se celebran los mercados los lunes en Villarcayo.
Al nombrar a Villarcayo Capital de Las Merindades en 1.560, se plantea el hecho de construir una casa de Justicia con su cárcel, las obras comenzaron el año 1.566 y duraron 15 años, finalizándose en 1.581.