El pasado 11 de mayo, la Ciudad de Frías celebró la fiesta de la Cruz, un evento arraigado en sus tradiciones y que conecta con sus raíces.

Las peñas y numerosos voluntarios se unieron para enramar la cruz con dos aros adornados con ramas de chopo. Cada año, la fiesta de la Cruz brinda la oportunidad de reunirse, compartir momentos de alegría y celebración. Antiguamente los quintos que hacían ese año la mili ponían ramos de flores (lilas) en las puertas de las chicas que querían pretender o en la de sus novias.

El día comenzó pronto con la poda de los chopos.Tras una pausa, a las dos de la tarde se dirigieron a la Cruz para disfrutar de la comida.
Por la tarde prepararon los arcos utilizando alambres y bridas. Para posteriormente comenzar con el enrame, un trabajo meticuloso que realizaron todos los jóvenes con entusiasmo. Finalmente, por la noche se reunieron para cenar.