La procesión de Medina de Pomar comenzaba a las siete y media de la tarde con unas calles repletas de gente para ver los ocho pasos  que desfilaron por las arterias principales de la ciudad acompañados de toda la comitiva, la escuadra de Romanos, las Sibilas y la Banda de Música.

Un poco más tarde, a las ocho, comenzaba en Villarcayo, donde a pesar del frío también numeroso público esperaba en las calles para ver desfilar los cinco pasos de la procesión. A mitad del recorrido se pudo escuchar la tradicional saeta que canta José Ignacio en la Calle Calvo Sotelo.

Al final de la procesión la lluvia cayó pero eso no impidió el desarrollo normal de todos los actos programados para la tarde.