La firma de un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y la Parroquia permitirá que los visitantes que escojan la visita guiada al Casco Histórico de la ciudad puedan acceder a la iglesia de Santa Cruz acompañados de la guía del Museo Histórico de Las Merindades que realice la visita.
Hasta ahora, tras subir la calle Santa Cruz y llegar a la plaza del mismo nombre, los visitantes que elegían la visita guiada al Casco Histórico de Medina de Pomar se tenían que “quedar con las ganas” de acceder a la iglesia parroquial de Santa Cruz que corona el cerro de la ciudad. Las guías del Museo Histórico de Las Merindades, responsables de estas visitas, explicaban el interior de la iglesia desde un panel exterior y a partir de ahora lo podrán hacer en el interior del templo gracias a la firma de un convenio entre el Consistorio y la Parroquia de Santa Cruz.
La visita ahora ganará en valor para quienes la realicen puesto que la iglesia de Santa Cruz solo se abre en horario de misas, que en esta iglesia solo se celebran los domingos a las 13:00h. y festivos.
La iglesia parroquial de Santa Cruz se sitúa dentro del recinto amurallado en la parte más alta de la ciudad. Fechada en el siglo XIV y de estilo de transición al gótico presenta restos del siglo XII. Tiene planta de tres naves con bóveda de crucería y muros gruesos con escasez de vanos que recuerdan al románico y ábside a continuación de la nave central con planta pentagonal. La portada, muy posterior, es de estilo neoclásico.
En su interior destaca el bello retablo tardo-gótico, del siglo XV, dedicado a San Juan Bautista. Se atribuye a la Escuela Castellana, seguramente salido de los talleres de Burgos y es un excelente conjunto en el que destacan sus pinturas, todas ellas realizadas en óleo sobre tablas ensambladas y con clara influencia flamenca.
En los laterales, se encuentran los mausoleos de los Salinas y de Pedro Ontañón, embajador de los Reyes Católicos.
También son de interés los altares laterales con Jesús en la Cruz y la Dolorosa, además de los lienzos del siglo XVII que cuelgan de los muros del templo.