Los cinco primeros contenedores con combustible gastado procedentes de la piscina de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), ya se encuentran almacenados en el Almacén Temporal Individualizado (ATI) de la instalación.

Se trata de las cinco primeras unidades de los 49 contenedores totales que está previsto almacenar en el ATI de Garoña, dentro de la primera fase del desmantelamiento de la central que acomete Enresa.

La secuencia de trabajos ha contemplado, entre otras, actividades como la preparación del contenedor, su traslado a la piscina, la carga bajo agua de los elementos de combustible gastado, su acondicionamiento y, finalmente, su traslado al Almacén Temporal Individualizado. Las operaciones, iniciadas a finales del pasado mes de enero y supervisadas por el Consejo de Seguridad Nuclear, se han realizado de acuerdo con la programación establecida.

Estos contenedores, fabricados por la compañía española Ensa y con capacidad para 52 elementos combustibles cada uno, tienen una altura de 4,85 metros, un diámetro de 2,1 metros y un peso de 71 toneladas, una vez cargados.

Previsiblemente, a finales de este año, y una vez recibidos y recepcionados los contenedores restantes -del 6 al 49- y realizada la contratación de las actividades de la carga, se retomarán estos trabajos que finalizarían durante el año 2027.