Sonia san Miguel, de la empresa San Miguel Restauración ha salvado de la ruina este valioso objeto con más de 500 años de antigüedad que por muy poco no se ha perdido completamente ya que se encontraba muy deteriorado por la humedad y el paso del tiempo. Los trabajo se han pagado con donativos de los feligreses y la venta de lotería.

El mueble es un sagrario renacentista de estilo romanista clásico que data del siglo XVI, una pieza muy interesante de madera de nogal policromada que se fabricó para ser colocada en el centro de la predela del retablo de la iglesia de santa Eulalia de santa Olalla de Espinosa, un sagrario con el mismo estilo del que se encuentra en la Iglesia de san Nicolás de Espinosa de los Monteros.
En la parte superior se puede leer alguna inscripción aunque ya bastante deteriorada y justo debajo a la izquierda podemos ver una pintura con una persona barbada con capa roja, un libro abierto en una mano y unas llaves en la otra, por lo que se puede tratar de San Pedro. En su parte derecha hay una pintura de otro hombre con barba, vestido de rojo y una túnica verde que sostiene un libro en una mano y una espada en la otra, por lo que es muy probable que sea San Pablo. En el centro, hay una pequeña puerta que da acceso al interior donde se encontraría el cuerpo de Cristo. Esta puerta tiene una pintura de Jesús Triunfante de pie vestido con una capa roja.
El mueble se encontraba en pésimas condiciones, muy estropeado a causa de la humedad del ambiente y porque seguramente recibiese agua directamente por alguna gotera en el edificio, además se encontraba lleno de carcoma lo que ha provocado el deterioro de su estructura, se habían perdido piezas y le habían colocado una cerradura más grande que la original lo que provocó una gran grieta en su parte frontal. Por si fuera poco, para tapar los defectos que iban produciéndose a lo largo del tiempo le habían pegado papeles de colores debajo de los cuales se habían formado colonias de hongos que estropearon parte de las pinturas originales.
A punto de perderse por completo, la Junta Administrativa de Santa Olalla encargó a Sonia San Miguel la restauración de la pieza. Ella ha sido la encargada de salvar el sagrario, primero mediante trabajos de conservación y después con su restauración.
Para su conservación, ha tratado la carcoma, ha consolidado toda su estructura de madera y la policromía que se estaba separando de la madera.
Una vez terminados los trabajos de conservación, Sonia procedió a la restauración del mueble siguiendo el criterio de obtener una obra de visión continua consiguiendo un objeto de culto que ha recuperado la dignidad, que ya no tiene aspecto de ruina e incluso se podría volver a utilizar como sagrario, aunque no será el caso porque en la iglesia de Santa Eulalia ya existe otro. Este valioso objeto con casi 500 años de antigüedad se ha salvado de la ruina y por muy poco no se ha perdido completamente ya que su madera se estaba pudriendo.