La gastronomía espinosiega conserva todo el sabor de antaño y destaca por ofrecer materias primas de excelente calidad. Productos derivados de la leche, carnes de vacuno, morcillas, anchoas, miel de brezo de los montes pasiegos, sobaos, quesadas e italianas son algunos de los productos que se pueden encontrar en la villa espinosiega.

Decía lord Norhtcliffe, el famoso “Napoleón de la Prensa” británico, que “es legítimo considerar la comida como el tema más importante del mundo: es lo que más preocupa a la mayoría de la gente durante la mayor parte de su tiempo”. La comida es, obviamente, un bien de primera necesidad, pero además, las tradiciones culinarias tienen un valor adicional: son la expresión viva de la herencia que nos han legado nuestros antepasados.
Son numerosos los eventos en Espinosa de los Monteros a los que nos podemos acercar para conocer y saborear su tradición gastronómica. En agosto se celebró la XIV Feria Regional de LlaMiel de Brezo, unas jornadas gastronómicas donde se pudo degustar este excelente producto en originales recetas de postres y pinchos.

Los productos lácteos.
Las elaboraciones a partir de la excelente leche de las vacas de los ganaderos locales son la joya de la corona de la gastronomía de Espinosa de los Monteros. Es en estos derivados de los lácteos donde se transmite gran parte de la historia y la cultura de los valles pasiegos, recogida actualmente por los artesanos locales que elaboran, a partir de leche fresca, una variada muestra de quesos y mantequilla.
Gracias a un documento fechado en 1185, en el que el abad de Oña dona al monasterio la tercera parte de las mantequillas de las vacas de Espinosa, se tiene constancia de la elaboración y comercialización de la mantequilla de Espinosa desde la Edad Media. La mantequilla de Espinosa de los Monteros se convirtió en un producto tan apreciado, que muchos enviados llegaban desde Burgos y Madrid para abastecer a sus ciudades.

La miel de brezo de las montañas pasiegas.
Gracias al clima húmedo, a la presencia de especies como robles, hayas y pinos, y a sus suelos calizos, en las montañas de Espinosa de los Monteros crecen distintas especies de brezales que florecen entre junio y septiembre. A partir de ellos, las abejas producen la exquisita miel de brezo de las montañas pasiegas. La apicultura tradicional es la base de la producción actual de miel de brezo en los valles pasiegos, una producción sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Las labores principales de la apicultura tradicional consistían en la captura de los enjambres, la cata de las colmenas y el colado de la miel. Hasta que se desarrolló la apicultura moderna, la caza de colmenas silvestres era una de las actividades esenciales para mantener el número de colmenas. Finalmente, se separa la miel de la cera y de las posibles impurezas con la actividad de colado de la miel. El catado de las colmenas y el colado de la miel eran actividades sociales, ya que eran ocasiones en las que familias y vecinos se juntaban, a semejanza con lo que ocurría en la matanza del cerdo.

Morcilla y carne de vacuno.
La historia de Espinosa de los Monteros está ligada a sus montes, en los que se desarrolló la forma de vida ganadera que dio origen a la cultura pasiega. En Espinosa podemos degustar unas carnes de vacuno de excelente calidad, de extraordinario sabor y terneza, así como unas exquisitas morcillas de arroz. Desde la Edad Media el ganado porcino tuvo tanta importancia como el bovino.

Dulces
La apreciada repostería de Espinosa de los Monteros debe mucho a la calidad de la mantequilla. Con ellas se elaboran los tradicionales sobaos pasiegos.
Elaborados con mantequilla, harina, huevos y azúcar, su origen es incierto y muy antiguo, con la particularidad de que los de Espinosa de los Monteros tienen un gran tamaño que favorece su conservación. Si hay un dulce típico y genuino de Espinosa, ése son las tradicionales italianas, que se elaboran desde hace tres siglos. Su textura crujiente y su sabor a mantequilla es una auténtica delicia. Quesadas, mantecadas, hojaldres y cocadas son algunos de los productos que completan la rica oferta repostera espinosiega.

Elaboraciones artesanales.
Elaboraciones como las conservas de anchoas del Cantábrico son toda una religión en Espinosa. La cercanía a la costa permite obtener un producto fresco y de calidad.
Sabor y tradición, dos conceptos que definen la excelente oferta gastronómica de Espinosa de los Monteros.