Hace unos meses se realizó un proceso de participación ciudadana, por medio de la herramienta “participa Villarcayo”, para obtener propuestas para el nombre del centro de mayores y que luego se pudieran votar por los vecinos.
Fueron 14 las propuestas realizadas durante la fase de votación que recibieron tan solo 46 votos entre todas ellas al ser el primer proceso participativo que se realizaba, por lo que desde la comisión sociocultural celebrada recientemente se entendió, con el apoyo de todos los grupos políticos, que las cifras de participación eran demasiado bajas para escoger la propuesta resultante como nombre para el centro.
En dicha comisión se propuso el nombre “Centro Intergeneracional Encarnación Bustillo”.
Pero quien es Encarnación Paula Bustillo Salomón. Fue una gran pintora nacida en Villarcayo nacida en 187, muy reconocida en su época, finales del siglo XIX y principios del XX. Su oleo más importante se puede admirar en el Museo de Burgos.

Encarnación Bustillo

Esther Sobrado
Diccionario de la Real Academia de la Historia

La Pintora Encarnación Bustillo Salomón nació en Villarcayo el 7 de junio de 1876. Encarnación Paula, nombre completo de la pintora, había nacido a las 12 menos cuarto del mediodía, y era hija del matrimonio formado por Fermín Bustillo y Pereda, natural de Villacomparada de Rueda y de Adelaida Salomón y San Martín, natural de Roa.
Sus abuelos paternos, Antonio y Encarnación, eran naturales de Villarcayo y Villacomparada de Rueda, mientras que los maternos, Sergio y Ramona, provenían de Valladolid y Villanueva de los Caballeros (Palencia).
Su padre era abogado, motivo por el que la familia se trasladó a Valladolid, donde Encarnación comenzó sus estudios artísticos, desde donde años después se trasladó a Madrid para continuar sus estudios.
En 1901 la revista Última hora habla de la Exposición de Bellas Artes y Arte Decorativo, en la que Encarnación presentaba una obra de flores y frutas: “Cuadros, esculturas, bordados, toda esa obra de la inteligencia y el sentimiento femeninos, de la habilidad, el buen gusto y delicadeza de lo que llamamos manos de hada, es lo que nos atrae y preocupa, porque precisamente esas tareas son las que mejor se presta a la condiciones especiales de la mujer y como en ellas puede encontrar no solo expansión y satisfacciones, sino elementos de independencia, fomentar la afición del bello sexo al cultivo del arte en sus diversas manifestaciones”.
Resulta interesante observar que el arte ejercido por mujeres, a los ojos de algunos críticos, parece de rango inferior al de los hombres, refiriéndose a sus creaciones con un aire paternalista, muy diferente de los comentarios que suelen acompañar al trabajo de los hombres.
En 1903 aparecen referencias a su pintura en el Boletín de la Sociedad Castellana de Excursiones. La “Primera exposición feminista celebrada en Madrid en el Salón Amaré, ha resultado sumamente lisonjera como primer ensayo en que las mujeres se presentan por sí solas formando una colectividad artística digna de toda consideración.”
Encarnación participó en un importante número de Exposiciones Nacionales desde 1901 hasta 1945, así como en los Salones de Otoño desde 1942 hasta 1952. Por el título de sus obras conocemos que presentó tanto pintura de caballete como piezas de artes decorativas. Asimismo presentó obras en las exposiciones Nacionales de Cuba y Panamá entre 1909 y 1916, donde cosechó importantes premios (medalla de oro en la exposición de Cuba en 1909 y de plata en 1911, así como plata en la de Panamá de 1913)
Aunque le gustaba pintar bodegones con flores y frutas, sus obras de mayor envergadura se enmarcan en una pintura regionalista muy del gusto de la época, que se desarrolla con gran fuerza desde finales del siglo XIX, coincidiendo con planteamientos plásticos cercanos al Regeneracionismo y la Generación del 98. Tal es el caso de la obra que se exhibe en el Museo de Burgos, Las camareras de la Virgen (207 x 259 cm.) que presentó en 1915 a la Exposición Nacional de Bellas Artes y con la que consiguió una Medalla de Tercera Clase. Muestra a un grupo de camareras, frente a la Virgen engalanada de fiesta; en la parte izquierda, el alcalde hace entrega de un duro de plata a la camarera mayor, ricamente ataviada y con el escapulario al cuello, como el resto de las camareras. El paisaje del fondo, con azuladas montañas y densas nubes en el cielo, recuerda al de las Merindades.

Premios
• 1909 Medalla de oro en la Exposición Nacional de Cuba.
• 1911 Medalla de plata en la Exposición Nacional de Cuba.
• 1913 Medalla de Plata en la Exposición Nacional de Panamá.
• 1915 Las camareras de la Virgen, Medalla de Tercera Clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes.