En septiembre de 2019 un grupo de comerciantes de Villarcayo organizaban con un rotundo éxito loa recreación del Asedio Carlista a la Villa del 18 de septiembre de 1834. Al año siguiente como ya sabemos, llegó la pandemia y todo se paró. Pero este año desde el Grupo Quincena Histórica ya se ha estado trabajando duro para que la 2º edición de este evento se vuelva a celebrar. Será los días 16, 17 y 18 de septiembre.

Ya se han apuntado muchos voluntarios para ayudar a los organizadores del evento, aunque desde la organización precisan que toda la ayuda es bienvenida y si alguien quiere apuntarse para echar una mano lo puede hacer a través del email:
quincenahistorica@gmail.com

Asedio Carlista del 18 de septiembre de 1834
Lo ocurrido en Villarcayo durante la primera Guerra Carlista, se encuadra en el contexto de las llamadas “expediciones Carlistas” desde las Provincias y Navarra hacia la meseta con el fin de extender la revuelta realista a otros territorios. Concretamente la del segoviano brigadier Manuel Sanz, en teoría muy bien planteada que pretendía la implantación del carlismo en Castilla la Vieja, sobre todo conectando con la fuerte partida del cura Merino y conseguir así mismo bajar la presión sobre los territorios del Norte en la que el carlismo tenía cierto dominio. La expedición entro en Burgos desde Álava por la sierra Salvada y pernoctó en Quincoces de Yuso, así pues la columna de Sanz, fuerte de unos 3000 hombres, se presentaba a las seis de la mañana del 18 de septiembre de 1834 frente a Villarcayo.
La guarnición de Villarcayo era muy escasa, unas dos docenas de Urbanos posiblemente mandados por Francisco Cuesta que es el que aporta los datos para el memorándum de la defensa y 40 hombres del regimiento de línea nº 15 al mando del teniente Francisco Tapia, algunas fuentes añaden algunos soldados de caballería del regimiento de la Princesa.
Los carlistas, viendo que los liberales se defendían con ventaja por el abrigo de las casas y del ayuntamiento y la iglesia que convirtieron en fortalezas, al mágico grito de ¡Viva Isabel ¡ y que no se daban oídos a ninguna capitulación, ni por parte del pueblo ni de la tropa, optaron por la solución más fácil pero la más cobarde, dar fuego al pueblo por distintos puntos.
Unos 45 edificios ardieron en Villarcayo ese 18 de septiembre pero la guarnición y los vecinos armados a pesar de los salvajes ataques y de perder algunos urbanos que fueron hechos prisioneros, seguía resistiendo, lo que obligo a Sanz hacia las cuatro de la tarde a abandonar el ataque y retirarse a pernoctar a la vecina Cigüenza para tratar de dar algún descanso y rancho a su tropa. Dejó en Villarcayo alguna tropa que continuó con el asedio hasta las 12 de la noche, así pues el asedio duro unas 17 horas.
Fuerzas liberales llegaron el 19 en auxilio de los defensores de Villarcayo, concretamente el brigadier Fermín Iriarte con una columna de 900 hombres formada por un batallón de carabineros, un batallón del provincial de Granada, una compañía de cazadores de Segovia y 43 caballos del regimiento de la Reina. Iriarte les dio alcance en las inmediaciones de Cigüenza, liberando a 12 urbanos prisioneros y causándoles bastantes bajas.
Como consecuencia de la dura resistencia de los villarcayeses ante el asedio de los Carlistas, por Decreto de 3 de julio de 1843 fue declarada la Villa de Villarcayo como Heroica, título que desde entonces figura en su escudo.
Para conmemorar esta batalla durante muchos años se celebró en la calle Carreruela una fiesta, una tradición perdida en el último cuarto del siglo pasado y que fue recuperada de nuevo en el año 2015 por la Concejalía de Cultura y Festejos y este año se volverá a celebrar el domingo 18 por la tarde.

COMO SERÁ LA RECREACIÓN

SABADO POR LA MAÑANA
El grupo alavés, Asociación de Recreación Histórico Batalla de Vitoria 1813, colocará puestos divulgativos de la época donde se explicarán los hechos acontecidos, uniformes y banderas de ambos bandos, funcionamiento de las armas de avancarga, cómo era la artillería de entonces, vida en campaña de los soldados y oficiales, medicina vs botánica en el siglo XIX. Además, durante la mañana se realizarán talleres infantiles para que los más pequeños coloreen, se hagan gorros y se conviertan en soldados por un rato. Estas actividades divulgativas se realizarán también el domingo por la mañana.
Después, desfile de los participantes. Los liberales con el Brigadier Fermín Iriarte a caballo, con más de 80 voluntarios llegados de todas las partes de España y también de Villarcayo.
Las tropas Carlistas, del Brigadier Manuel Sanz y su ayudante con otros 90 voluntarios también de toda la geografía española desfilarán por las calles de la Villa con su artillería.
El desfile partirá desde el campamento situado en el Parque de la chopera, continuará por el Paseo el Soto, la calle Santa Marina y la Plaza del Ayuntamiento, donde se presentará el evento y se dispararán salvas de mosquetería y artillería.

SABADO POR LA TARDE
El asalto a Villarcayo. Los carlistas se acercaran desde el final de la calle San Roque precedidos por los lanceros que se encontraran con tiradores liberales comenzando el enfrentamiento. Los Carlistas a su vez desplegaran tiradores y el resto avanzara en formación.
La primera barricada liberal se encontrará a la altura de la Torre del Corregimiento, que después de defenderse será asaltada por los Carlistas. Los liberales se refugian en el Ayuntamiento fortificado y en alguna casa de la Plaza.
Los carlistas sacan bandera blanca de parlamento, se hace un alto el fuego por ambas partes y entra en la plaza el edecán de Sanz y dos lanceros. El oficial carlista lee un texto en el que promete respetar vidas y haciendas en caso de rendición. La proclama es recibida con gritos de “Viva Isabel” “Abajo Don Carlos” por parte de los defensores de Villarcayo.
Los artilleros Carlistas colocan dos piezas de artillería frente al ayuntamiento con la que rompen el fuego con disparos. Se generaliza el combate, los urbanos de la casa de enfrente al Ayuntamiento se rinden y son hechos prisioneros por los Carlistas que se los llevan fuera de la plaza.
Vista la resistencia numantina, los oficiales dan orden de quemar los edificios, entran los zapadores provistos de hachas, picos y antorchas, después de quemar varias casas, los Carlistas tocan alto el fuego y ordenan retirarse hacia Cigüenza para vivaquear.
La plaza queda desierta y los defensores van saliendo del ayuntamiento horrorizados con el incendio y el desastre, algunos tratan de apagar el fuego. El teniente de la guarnición liberal les advierte de que el asalto se volverá a producir por la mañana y hay que prepararse para resistir. También envían un mensajero hacia Medina de Pomar.

DOMINGO POR LA MAÑANA
En la Plaza los defensores de Villarcayo ven llegar la columna del Brigadier liberal Fermín Iriarte por la calle Carreruela, que es recibido con gritos de alegría por parte de la guarnición y el Brigadier manda formar la tropa en la plaza. Un vecino advierte a Iriarte que los carlistas han dormido en la vecina Cigüenza y el Brigadier indignado por el estado del pueblo decide atacar y formar su columna para avanzar hacia el Soto (campo de fútbol viejo) por la calle Julio Danvila.
El ataque coge por sorpresa a los Carlistas que a pesar de oponer resistencia acaban huyendo en dirección al parque del rio y la carretera de Cigüenza.
Final del combate. Desde esta zona cercana a las piscinas naturales los participantes se dirigirán en formación hacia la calle Julio Danvila y desde allí a la Plaza del Ayuntamiento donde tendrá lugar el acto final.