El próximo 5 de agosto se volverá a celebrar en Las Machorras la Romería de Nuestra Señora de las Nieves después de 2 años sin festejos por la pandemia. Las fiestas comenzarán el viernes día 4 y se prolongarán hasta el domingo 6 de agosto.

La localidad de Las Machorras se vestirá de fiesta y el Santuario Nuestra Señora la Virgen de las Nieves acogerá como todos los años una de las romerías más antiguas y de mayor contenido folklórico y religioso de la provincia donde miles de personas de Burgos y Cantabria acuden a contemplar esta celebración, declarada de Interés Turístico Regional desde el año 2001.
La fiesta arranca a primera hora de la mañana cuando los danzantes salen a la entrada del pueblo para recibir a los visitantes. El grupo está formado por ocho danzantes, ocho muchachos del pueblo dirigidos por el mayoral, que es el mayor y quien dirige al resto. Además, hay otro personaje, el rabadán que es el niño más pequeño y que lleva en sus manos un ramito de flores secas. Su misión es la de azotar al bobo, un personaje grotesco que simboliza al lobo y cuya misión es la de pedir limosna a todos los que acuden, de no pagar el tributo no les permitirá la entrada. Todas las figuras guardan su simbología pasiega. Así, los danzantes representan a las ovejas, el mayoral al pastor, el bobo al lobo y el rabadán al perro del rebaño.
A las 12 se celebrará la procesión con danzantes y después la misa que, como novedad este año contará con una ofrenda floral en honor a la Virgen de las Nieves.
A la 1 del mediodía llegará el plato fuerte, los ocho danzantes, Mayoral, Rabadán y Bobo irán a la plaza, donde ya espera la gente, para bailar las danzas de “el Ahorcado” y “el Pasacalles” y el recital de versos.
Allí, todos ellos pero sobre todo el Bobo, harán una exposición sobre “Las Noticias del Pueblo”, lanzando sus versos sobre los sucesos acontecidos en la localidad durante el año. Si no hay novedad, de nuevo el Bobo será Moisés Martínez Gutiérrez Solana quien recitará sus versos más ingeniosos en la Plaza para deleite de todos los presentes.
Al día siguiente, la simpática carrera de burros y las competiciones del juego del tejo, declarado deporte autóctono rural, y una verbena pondrán el punto final a estos festejos.