Hace ya más de un año, en junio del año 2020, una de las vigas principales de la iglesia de San Martín Obispo de Céspedes se rompió, y aunque el tejado sigue en pié, si no repara pronto se caerá y la iglesia quedará en ruina. Es el momento de que la Diputación de Burgos y el Arzobispado, mediante las subvenciones del llamado “Convenio de las Goteras” tengan en cuenta la iglesia de Céspedes y la reparen.

Después de la rotura de la viga, no quedó más remedio que precintar la iglesia y dejar de celebrar las eucaristías, pero había que buscar otro lugar, y es en el Club Social donde se celebran las misas desde hace más de un año, al ser el único lugar de reunión de la localidad.
Como es lógico, no es un lugar adecuado para celebrar misa, en invierno con el frío las misas se celebran en su interior, pero es un sitio pequeño que no reúne las condiciones necesarias para cumplir los aforos necesarios por el COVID, por lo que hay vecinos que han dejado de acudir. Cuando el tiempo es bueno las misas se celebran en la terraza cubierta del exterior, pero la calle tampoco en un buen lugar para celebrar misa, sobre todo porque está al lado de la carretera y pasan coches y transeúntes durante la celebración.
La solución está en la rápida reparación de la iglesia, antes de que el tejado colapse y sea mucho más difícil su arreglo. La alcaldesa, Inmaculada Gonzalo, ha pedido un presupuesto para el arreglo del tejado que ahora costaría 28.192 euros, un dinero muy bien invertido para la reparación de un templo que casi todos los domingos recibía, cuando menos entre 15 y 20 feligreses de la localidad y de pueblos de alrededor y que ahora pide a gritos su restauración. Pero debe ser inmediata, ya que no se sabe cuánto aguantará el tejado, y si se cae entonces podría provocar el colapso general del edificio y el coste de la reparación será mucho mayor. Por este motivo, se decide acudir a la convocatoria por motivos de urgente necesidad, ya que la situación compromete la seguridad de las personas y la situación de ruina del edificio a corto plazo.
La subvención ya se solicitó el pasado mes de junio y ahora se encuentra en los despachos de la Diputación y Arzobispado para ser estudiada.

El templo
Se trata de una Iglesia dedicada a San Martín, obispo, siendo de tipología renacentista, de una sola nave, con bóvedas estrelladas y una pequeña capilla de aproximadamente 150m cuadrados y unos 10 metros de altura, podemos definirla realmente como una arquitectura popular. Dicha capilla y la sacristía están añadidas a ambos lados de la nave junto con un porche en un lateral, sobre el que descansa la espadaña, rematada en pináculos, que posee dos huecos para las campanas. La portada es sencilla, de medio punto. Importante señalar, que el cementerio está adosado a los pies de la nave. Su construcción, en lo que a materiales se refiere es básicamente sillería y mampostería parcialmente revocada a día de hoy, enfoscada y encalada en algunas de sus partes. Dicho esto, se puede afirmar que data del siglo XVIII.
Lo más reseñable en lo que se refiere al interior de este templo son dos piezas principales, por un lado, su pila, circular, con cruz y rosetas en relieve, y el retablo mayor de la iglesia, barroco salomónico y de enormes proporciones.