En el centro la alcaldesa, Lorena Terreros, y el Consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, posan enfrente de la capilla del Convento de Villasana de Mena del siglo XV.

El jueves 3 de junio, Javier Ortega, Consejero de Cultura y Turismo fue recibido por la Alcaldesa del Valle de Mena, Lorena Terreros Gordón,  en la Plaza de Santa Ana, desde donde dio comienzo una visita por el conjunto histórico de la localidad con explicaciones de la guía turística de la localidad.

La visita partió de la Plaza de Santa Ana, siguiendo por el Convento de Santa Ana y el Palacio de Sancho Ortiz de Matienzo y un recorrido a pie por la Calle de En medio hacia la Torre de los Velasco y vuelta por la misma calle hacia la Casa Fuelle.

A la visita asistieron, además del Consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, el Delegado Territorial, Roberto Saiz, el director General de Patrimonio, Gumersindo Bueno y el Vicepresidente de la Diputación, Lorenzo Rodríguez.

La Junta declara la Villa de Villasana de Mena Bien de Interés cultural con categoría de Conjunto Histórico

El Consejo de Gobierno del 3 de junio de 2021 aprobó la declaración de villa de Villasana de Mena, en la provincia de Burgos, Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico. Esta declaración BIC se enmarca dentro del compromiso de Legislatura de la Junta de concluir todos los procesos de declaraciones pendientes.

La configuración de la villa, que ya estaba definida en el siglo XIII, presenta un trazado urbanístico ortogonal, característico de las repoblaciones reales llevadas a cabo a partir de Alfonso V. El conjunto conserva, junto a singulares edificaciones declaradas de Interés Cultural, una arquitectura popular de gran interés y un interesante conjunto de construcciones tradicionales testigos de la vida económica y social en la villa. Asimismo, conserva diseminados numerosos ejemplos de casonas indianas de distintas épocas.

Se delimita la zona afectada por la declaración, que recoge las manzanas que componen el tejido histórico ortogonal de la villa de Villasana de Mena, incluyendo no solo las zonas mejor conservadas en tipologías edificatorias y parcelación originaria, sino todas aquellas que mantienen aún el tejido urbano medieval.

La delimitación del conjunto histórico se reajusta respecto del límite incoado atendiendo a la realidad actual del conjunto y cruza el río Cadagua recogiendo las visuales que se aprecian sobre los puentes y pasarelas sobre el río, por constituir un ámbito de singular interés como parte esencial de la villa

La villa de Villasana de Mena

Se localiza al noreste de la provincia de Burgos, en la zona más Oriental de Las Merindades, en el corazón del Valle de Mena, corredor tradicional que unía la Meseta y los pueblos del norte, con un origen que podría remontarse a época altomedieval. La configuración del actual conjunto histórico tiene lugar en la segunda mitad del siglo XII, en la margen opuesta del río, alcanzando la categoría de villa por concesión de Alfonso VIII.

El conjunto histórico de Villasana de Mena conserva singulares edificaciones calificadas por su relevancia bien de interés cultural, como la Torre de los Velasco, el Palacio de los Sancho Ortiz de Matienzo junto a otros de interés singular que, sin alcanzar la categoría de bien de interés cultural, representan características especiales como la iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Altices, construcción del siglo XIX, o el convento de Santa Ana, del siglo XVI, importante y excepcional manifestación de arte mudéjar del norte de Burgos.

Una de las características más destacadas del conjunto histórico de Villasana es su marcado carácter popular, con una arquitectura cuantitativa y cualitativamente de gran calidad, en sus aspectos constructivos y estéticos. Además, encontramos en Villasana de Mena una gran diversidad tipológica, coexistiendo junto a las edificaciones características del núcleo originario, las propias del crecimiento contemporáneo.

La arquitectura de la casa tradicional presenta influencias de las zonas limítrofes, en concreto de las arquitecturas norteñas, por un lado de la casa montañesa o cántabra y por otro del caserío vasco, que encontramos sobre todo en edificaciones aisladas.

Entre los edificios de interés tipológico representativos de la arquitectura característica de la comarca, podríamos diferenciar entre edificaciones tradicionales de los siglos XIV al XVI, junto a otras edificaciones tradicionales desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta el siglo XX.

Villasana conserva además un conjunto de construcciones tradicionales como lavaderos, potros, fuentes, abrevaderos, así como boleras y frontones relacionados con la vida económica y social, un importante documento histórico que permite conocer la evolución del paisaje y la vida social y económica en el valle a lo largo de los siglos. Asimismo, el conjunto presenta, diseminadas por el núcleo urbano, numerosos ejemplos de casonas indianas de distintas épocas, vinculadas a los indianos Meneses que volvieron enriquecidos del nuevo mundo a su tierra natal.

Otro de los espacios singulares dentro del conjunto que forma parte de la esencia de la villa es el que se desarrolla en la ribera del río Cadagua, con sus puentes y pasarelas. La conservación de los molinos ferrerías y fábricas de luz, testigos de la vida y la actividad económica de la zona, constituyen un valioso documento histórico que es necesario preservar.