Ricardo nació en Villarcayo, donde pasó la infancia y parte de la juventud y aquí estudió Bachillerato. Posteriormente magisterio en Burgos. En 1969, la familia se traslada, por motivos laborales, a Alcalá la Real (Jaén) pero Ricardo ha seguido viniendo por Villarcayo de forma regular cada año. Estudió Filología Inglesa en la Universidad de Granada y acabada la carrera ejerció la docencia en Liverpool, Soria y Alcalá la Real.

El libro comienza por hacer un estudio de los caminos y medios de transporte a lo largo del tiempo. Después hace un recorrido por el hospedaje para los viajeros en nuestra comarca: la serie de ventas y albergues que existieron a lo largo de los caminos y en diferentes puntos estratégicos.
El autor ha dedicado un apartado específico a estudiar los diferentes caminos a Santiago y las rutas de peregrinación por el norte de Burgos. Hace una recopilación de las razones que demuestran la existencia de varias posibles vías de peregrinación antes de que el rey Sancho III, el Mayor, potenciase el Camino Francés por Navarra.
Un nuevo apartado recoge datos sobre la importancia de las ferias y mercados en localidades de las Merindades como razones para el viaje, como fechas para acudir a realizar transacciones de compra venta de productos y ganado. Asimismo, estudia la existencia de una serie de trajineros, arrieros y mulateros que realizaban viajes entre las Merindades y los puertos cantábricos y con importantes pueblos y ciudades del interior de Castilla.
El grueso de la investigación y del libro está constituido por los viajes y los nombres de los viajeros cuyo tránsito está fehacientemente recogido en libros y documentos. Viajes y desplazamientos realizados por motivos diversos: embajadas a la corte castellana, recorridos de nobles, arquitectos, pintores, geólogos, constructores de puentes, etc. Hay viajes curiosos e inusuales (¿viajaría usted para circuncidarse?), viajes malhadados (de rapiña y violaciones), desplazamientos por guerras (Independencia, Carlistas, Guerra Civil), viajes “forzados” (obligados por duras circunstancias), viajes para esconderse (“aquí creo que no me localizarán“.)
También ha dedicado un apartado a “los viajes por los caminos de papel”, aquellos viajes hechos a través de los libros. Acaba el libro con tres secciones: viajeros por las Merindades en Internet; artistas (pintores y escultores) en las Merindades y mapas y planos antiguos de las Merindades.