El sospechoso ya fue arrestado en febrero tras ser denunciado por una mujer que relató los tocamientos de contenido sexual que sufrió en una sesión de masaje con fines terapéuticos.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Villarcayo ha ordenado el ingreso en prisión de un hombre investigado por supuestamente cometer abusos sexuales contra varias mujeres que acudían a la consulta de osteopatía que tenía en su propio domicilio o a las clases de yoga que impartía como contratado por distintos ayuntamientos próximos a su lugar de residencia. El arresto, ordenado el pasado jueves, se hizo efectivo el domingo 28 de junio por la tarde por agentes de la Guardia Civil.

El sospechoso ya fue arrestado en febrero tras ser denunciado por una mujer que relató los tocamientos de contenido sexual que sufrió en una sesión de masaje con fines terapéuticos. Tras prestar declaración, el hombre quedó en libertad investigado en una causa por abuso sexual.

La investigación desarrollada durante estos meses ha revelado la existencia de al menos ocho posibles víctimas y la entidad de los abusos que pudieron sufrir.

Por tal motivo, la magistrada instructora, que recientemente había autorizado una entrada y registro en el domicilio del investigado, ordenó este jueves su detención por los indicios existentes contra él como supuesto autor de un delito de abusos sexuales previsto en el artículo 181.4 Código Penal y castigado con la pena de prisión de cuatro a diez años, así como de seis delitos de abusos sexuales previstos en el artículo 181.1 del Código Penal y castigados con la pena de prisión de uno a tres años.

La jueza ha tenido en cuenta la gravedad de los delitos y la pena que llevan aparejada en caso de condena, así como el riesgo de fuga por su falta de arraigo laboral y familiar. En el caso de que el investigado fuera puesto en libertad provisional en cualquier momento de la instrucción de la causa, ha acordado la prohibición de residir o acudir a la localidad de la provincia de Burgos en la que ahora tiene fijada su residencia

No se descarta la existencia de más víctimas que por miedo o desconocimiento no hayan denunciado.