Más de dos mil restos de animales y herramientas de la época neandertal se han recuperado en la última campaña de excavación de este yacimiento del norte de la provincia de Burgos.
Durante cuatro semanas del mes de agosto y por noveno año consecutivo se ha realizado una nueva campaña de excavación en la cueva de Prado Vargas. Este yacimiento neandertal del norte de la provincia de Burgos, forma parte del complejo kárstico de Ojo Guareña y se sitúa en Cornejo dentro de la Merindad de Sotoscueva. Esta campaña que finalizó el pasado 24 de agosto ha contado con la participación de quince investigadores provenientes de las universidades de Burgos, Cantabria, Granada, Zaragoza y Valladolid, de los cuales tres de ellos residen en el territorio de las Merindades.
Los trabajos de esta campaña se han centrado en la excavación del Nivel 4 que tiene una datación media de 46.000 años. En total se han excavado treinta metros cuadrados de este nivel donde se han recuperado más de dos mil restos entre los que destacan dientes y fragmentos de huesos de animales de oso (Ursus speleaeus), de jabalí (Sus scrofa), de caballo (Equus ferus) y de ciervo (Cervus elaphus). Junto a estos restos de animales se han documentado numerosas herramientas de piedra fabricadas por los neandertales. La mayor parte de ellas están fabricadas en sílex y en menor medida en cuarcita. Entre las herramientas encontradas destacan las raederas y las lascas con filo bruto.
La principal novedad de esta campaña ha consistido en la recuperación de un hogar, que se ha levantado en bloque para ser procesado y estudiado de manera más minuciosa en el laboratorio. Los análisis de las cenizas, de los carbones y de los sedimentos y materiales rubefactados permitirán conocer qué especies de árboles formaban parte del paisaje, qué temperatura alcanzó el hogar, qué estructura tuvo y cuando se realizó dicha hoguera. El segundo gran hallazgo ha sido el descubrimiento en un rincón de la cavidad de ocho coprolitos cuyo estudio preliminar parece indicar que son de oso de las cavernas (Ursus speleaeus). Los coprolitos son restos de heces fosilizadas y su estudio aportará gran información sobre la dieta y genética de estos animales. Pero a su vez, su análisis nos permitirá conocer que frutos y plantas formaban parte de los recursos bióticos de la zona hace 46 000 años, y por lo tanto pudieron ser recolectados por los neandertales que ocuparon la cueva de Prado Vargas. La hipótesis de partida para explicar el hallazgo de estos coprolitos es que durante los pocos momentos en los que la cueva no fue habitada por los neandertales, los osos hicieron acto de presencia en la cavidad dejándonos como evidencias sus excrementos.
Finalmente, la excavación de la nueva superficie ha permitido corroborar dentro del Nivel 4 la existencia de diferentes subniveles, que demuestra que la cueva fue ocupada por varias generaciones de neandertales, que hicieron de esta cavidad su hogar durante cientos o miles de años. A lo largo de la campaña se ha procedido a recoger diferentes muestras de carbones y huesos de los diferentes subniveles para que sean datadas y poder conocer exactamente cuánto tiempo transcurrió entre una ocupación y otra.
El actual proyecto de investigación de este yacimiento comenzó en el año 2016 y está codirigido por Marta Navazo Ruiz (Profesora Titular de Prehistoria de la Universidad de Burgos), Alfonso Benito Calvo (Investigador del Centro Nacional en Evolución Humana) y Rodrigo Alonso Alcalde (Coordinador del Museo de la Evolución Humana y profesor Asociado de Prehistoria en la UBU). Con esta novena campaña se han recuperado más de 15 000 restos, cuyo estudió y publicación ha permitido situar el yacimiento de Prado Vargas en un lugar clave del panorama científico para conocer a los últimos neandertales que ocuparon esta zona de la península Ibérica. En la campaña de 2019 se halló un molar de leche de Vera, una niña neandertal de ocho años que hasta la fecha es el resto humano más antiguo descubierto en el complejo kárstico de Ojo Guareña.
Cueva Prado Vargas un yacimiento para todos los vecinos y veraneantes de las Merindades
Desde la puesta en marcha de este proyecto de investigación, una de las principales señas de identidad del mismo ha sido dar a conocer los avances y resultados de las excavaciones a los ciudadanos de las localidades circundantes. Por este motivo, coincidiendo con los trabajos en el yacimiento el Equipo de Investigación ha llevado a cabo una serie de actividades participativas en las que los vecinos y veraneantes del territorio de las Merindades han podido conocer los últimos descubrimientos producidos durante las excavaciones. Estas actividades comenzaron el viernes dos de agosto con una conferencia impartida por los codirectores del proyecto Marta Navazo y Alfonso Benito Calvo en la Casa de Cultura de Villarcayo. Esta charla organizada por la Asociación Cultural Amigos de Villarcayo, contó con la colaboración del ayuntamiento de la localidad, y a ella acudieron más de cien personas. Durante la misma los ponentes explicaron la singularidad e importancia del yacimiento para conocer como fue el modo de vida de los neandertales que ocuparon esta cueva hace 46 000 años.
Dentro de la actividades, la acción estrella ha sido el taller de lavado de sedimentos arqueológicos provenientes de este yacimiento. Esta actividad, organizada con la colaboración de Ráspano Ecoturismo y la Casa del Parque del Monumento Natural de Ojo Guareña, ha contado con la participación de veintisiete personas. Durante tres jornadas los niños y adultos asistentes han lavado media tonelada de sedimento del Nivel 4 del yacimiento. El procesado de este sedimento ha permitido recuperar más de medio centenar de restos entre los que destacan, pequeños fragmentos de huesos quemados, varios dientes de topillos y roedores, y números restos de talla de sílex.
Este programa de divulgación científica finalizó el sábado veinticuatro de agosto con una jornada de puertas abiertas a la excavación. En total se llevaron a cabo tres visitas y en ellas participaron 65 personas, que pudieron conocer in situ los avances producidos en la campaña y ver los principales fósiles y herramientas recuperados durante la misma.
Desde la puesta en marcha de las excavaciones en la cueva de Prado Vargas, las investigaciones realizadas cuentan con el apoyo económico y material de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Castilla y León, la Diputación Provincial de Burgos, el Ayuntamiento de la Merindad de Sotoscueva, la Fundación Palarq, las localidades de Cornejo y Quisicedo, la Casa del Parque del Monumento Natural de Ojo Guareña, las asociaciones locales La Escuela de Cornejo y Naboqui de Quisicedo y de todos los vecinos de la zona que muestran un especial interés por conocer y divulgar el patrimonio arqueológico de su territorio.