Unos 25 campaneros se dieron cita el pasado 13 de julio en Frías para celebrar el VI Encuentro de Campaneros de la provincia de Burgos.
La asociación, que tiene unos 40 socios de toda la provincia, tiene la intención de celebrar este encuentro cada año en una de las distintas comarcas burgalesas, este año gracias a la invitación del ayuntamiento se ha celebrado en esta Frías.
Alfonso Sánchez, natural de Santa Cruz del Valle Urbión, descendiente de relojeros y campaneros que fabricaban campanas, impartió una charla sobre relojes y campanas en la que contó la relación entre los relojes de torre y las campanas.
Después, con unas campanas portátiles, hubo un pequeño taller donde los volutarios pudieron probar el toque de las campanas.
Ya por la tarde, después de la comida de hermandad, realizaron una muestra conceptualizada de toques, es decir se puso en situación porque en su día fue tan importante el mundo de las campanas, se explicaó cada toque y la situación cuando se debía tocar, finalmente se interpretó ese toque, poniendo en relieve los diferentes matices musicales entre los distintos lugares de la geografía burgalesa.
El arte de tocar las campanas
Hay dos formas de tocar las campanas, los volteos y los repiques. Los volteos son cuando las campanas suenan al girar sobre su eje, en cambio en los repiques las campanas permanecen en reposo y suenan al golpearlas con los badajos, que son accionados por cuerdas desde el campanario, es cuando las campanas suenan de una forma un poco más triste y melódica a la vez.
Uno de los toques más curiosos es el toque a muerto, siendo distinto dependiendo de quien fuera el difunto. Si era un niño se tocaban con el campanin 2 clamores, si era una mujer también dos clamores pero con la campana. Si el fallecido era un hombre se tocaban 3 clamores, si el muerto era un cura se tocaban 4 clamores y si se trataba de un obispo, 5 clamores.
Las campanas también se usaban para avisar de alguna emergencia en el pueblo como por ejemplo un aviso de un fuego, entonces se tocaban todas las campanas lo más fuerte posible, en un toque que se llama arrebato. Otro toque distinto se hacía era cuando algún vecino del pueblo desaparecía, para que la gente se enterase y si era preciso salir a buscarle. Hay otros muchos toques de campanas pero sería imposible explicarles aquí todos.
El Campanario de Frías
La torre del campario de Frías se hundió en el año 1900 y fue reconstruida años más tarde y con las campanas que ahora se encuentran en ella, en total 7 de distintos tamaños, por lo que producen también sonidos distintos.
Las campanas están hechas de bronce, pero suelen tener una aleación de plata que las da un sonido más puro, además todas las campanas tienen inscripciones que nos indican su lugar de fabricación y muchas veces también el año, pudimos comprobar que una de las campanas de Frías proviene de Vitoria y otra de ellas de Miranda de Ebro.