VALLE DE MANZANEDO

A la entrada de Arreba, en el alto del puerto, se encuentran los restos del castillo de Arreba, del que solo quedan algunos trozos de sillería. La legendaria fortaleza de Arreba se encontraba estratégicamente situada, vigilando las vías de comunicación que desde el Ebro atravesaban el desfiladero de la Nava.


La fortaleza está delimitada por muros de sillar, algunos bien labrados y otros de tipo rústico, unido con mortero del que apenas quedan un muro de la torre principal, parte de su perímetro y entrada.

Sus dimensiones son muy reducidas con una planta aproximadamente triangular de 20 por 5 metros, repartida en tres estancias o estructuras.

En los siglos VIII y IX este castillo fue un importante bastión en el avance de los astures y montañeses que bajaban desde el norte para repoblar unas tierras que en aquellos tiempos se llamaban las Bardulias.

Hacia el 1040 también fue testigo de los duros enfrentamientos fronterizos entre navarros y castellanos. Más adelante pasó a manos de los Velasco, los señores feudales más poderosos de las Merindades.


ARREBA