Como si de una máquina del tiempo se tratase, la Asociación Cultural Recreativa Amigos de Mozares nos lleva al pasado para representar las labores del campo en la temporada de verano.

Cuando eres pequeño todo te parece más grande. Los bueyes son como gigantes, el trillo una pared, la hoz ni tocarla porque corta y qué buenos están el chorizo y los torreznos a la hora del almuerzo.

-¿Quién no recuerda en las casas de los abuelos esos cachivaches, herramientas, y utensilios que nos parecían juguetes? 

El próximo día  27 y 28 de Julio, Mozares , nos devuelve a los años de la infancia y juventud para representar las labores del campo. Un campo exigente y caprichoso, pero que al final se muestra generoso cuando tienes los granos de trigo entre las manos.

Nuestra Asociación lucha contra el olvido para qué las tradiciones y los recuerdos sigan vivos. La mejor manera de volver a tener esas sensaciones es hacerlo de la misma manera que se hacía entonces.

Madrugar mucho para llegar a la finca con la fresca y empezar a segar con hoz y zoqueta. Hacer gavillas y atarlas con los vencejos. Cargar el carro con la maestría de los abuelos y llevarlos a la era donde se extenderán un rato al Sol antes de trillar.

Subirse al carro de vacío nos levantaba de la cama porque la novedad era superior al sueño.

Hacer la parva, poner el trillo encima, enganchar los bueyes y empezar a trillar. Subido encima sentado en la media fanega. Vuelta tras vuelta  hipnotizado viendo el pueblo girar. -¿Quién nos bajaba de allí?

Pero sí,  llega el momento en qué la parva está trillada. Habrá de recogerla y proceder a beldar.

Al viento o en la aventadora. Los tíos o abuelos con la adecuada cadencia van girando la manivela. El trigo va saliendo y las pajas son una nube qué miramos asombrados. 

Cogemos el trigo y se nos escapa entre los dedos. Todavía no comprendemos que eso es el fruto de todo un año de trabajo.

Este trabajo completamente manual tuvo su evolución desde mediados del siglo pasado, y nosotros no podíamos ser ajenos a ello.: De la hoz a la gavilladora. Del carro al tractor. La aventadora  con motor de gasolina. Del trillo tirado por bueyes a la trilladora estacionaria. -¿Te apetece ver en funcionamiento esta maquinaria?

Si todo esto te trae recuerdos, quieres ver como se hacía o recorrer el museo etnográfico no puedes faltar a la cita. Atento al programa porque lo vamos a hacer y sentir todo. 

Durante este fin de semana de Julio 27 y 28 en Mozares se respirara cultura tradicional de la autentica.

El Sábado 27 a partir de las 11h  arrancaremos con la apertura del Museo-Exposición de aperos de labranza y  rincones típicos de una casa rural de antaño, con una muestra de juegos de entonces y donde podremos también disfrutar del museo al aire libre que forman todos los aperos de labranza (carros, arados, trilladora…) .

Como novedad a las 13:00 tendremos el aperitivo musical con el grupo TRESBOLIYU FOLK que nos amenizara con canciones típicas populares

Ya por la tarde a las 18:30h. tendremos la actuación del Grupo de Danzas de Villarcayo y a las 20:00h.  nos espera el XIV FESTIVAL de FOLK “Mozares Suena” donde disfrutaremos con las canciones interpretadas por los dos grupos  participantes.

Para finalizar la jornada degustaremos unas ricas sopas de ajo castellanas.

Ya para el domingo 28 a partir de las 10,40h. se  podrá seguir en vivo, siendo viajero a través del tiempo de todo el proceso para obtener el preciado grano de trigo. Comenzaremos con la celebración de una misa campestre (10:40h.), pasando a continuación los segadores al campo de siega, donde se segara con hoz y zoqueta, formando las manadas , gavillas y los haces atados con vencejos que serán acarreados con el carro hasta depositarlos en la era donde los bueyes  serán los protagonistas tirando del trillo y vuelta tras vuelta a la era, hasta separar el  grano de las cañas.

No faltaran las escenas segando, acarreando o trillando de los más atrevidos o porque no los mas nostálgicos.

Durante toda la jornada disfrutaremos de la compañía de las notas de la dulzaina y el tambor y los atuendos típicos de los lugareños darán color a las escenas.