En la iglesia parroquial de Cillaperlata se conserva una de las dos tallas gemelas de la Virgen de Covadonga realizadas en el siglo XII. La otra que se encontraba en la Santa Cueva Asturiana, pero se quemó en el año 1777 quedando la burgalesa como la única talla original que se conserva.
Históricamente el pueblo de Cillaperlata ha tenido desde hace muchos siglos vinculaciones con Asturias, como ejemplo de estos lazos podemos citar que una hija de Don Pelayo, que como sabemos fue el rey Astur que venció a los árabes en la batalla de Covadonga en el año 722 en la que se considera el inicio de la reconquista, estuvo de novicia en el Monasterio de San Juan de la Hoz de Cillaperlata, aproximadamente en el año 723.
Otro ejemplo de estas vinculaciones podría ser como otro familiar de Don Pelayo lucho en las mismas fechas en la batalla de Encinillas también llamada del Negro día, en el desfiladero de la Horadada que es el paso natural entre la Meseta y la Cornisa Cantábrica. En esta batalla el Duque Don Pedro de Cantabria al mando de las tropas cristianas, venció a los sarracenos matando a más de 9000. Cuenta la leyenda que ayudado por la Virgen de Encinillas, una preciosa talla románica que también se conserva en la parroquia de Cillaperlata, según esta leyenda la Virgen de Encinillas fue la que provocó que el día durase dos horas más para que los cristianos pudiesen acabar con la matanza. Pues bien, el Duque Don Pedro era consuegro de Don Pelayo ya que su hijo Alfonso I, estaba casado con una hija de Don Pelayo.
Posiblemente a causa de estas vinculaciones que había entre Cillaperlata y Asturias, se tallaron en el siglo XII dos imágenes gemelas de la Virgen de Covadonga que acabaron una en el Monasterio de San Juan de la Hoz de Cillaperlata y otra en el Monasterio de Covadonga en Asturias, donde se conservaron durante siglos.
Pero en el año 1777 un devastador incendio destruyó por completo el interior de la Santa Cueva Asturiana y la talla de la Virgen de Covadonga patrona de todos los Asturianos se quemó, desapareciendo para siempre y dando origen al mito religioso. Así a partir de esa fecha la única talla original de la Virgen de Covadonga que queda es la que se encuentra en la parroquia de Cillaperlata.
La imagen de la Santa Cueva fue sustituida por otra de gran belleza pero con muy poco parecido a la original. Al comenzar la Guerra Civil desapareció seguramente para preservarla del expolio, y al finalizar la guerra el Cabildo de Asturias estuvo haciendo gestiones con la intención de llevarse la talla burgalesa hacía el Santuario Asturiano, pero por suerte no lo consiguieron, seguramente porque la talla asturiana apareció en la embajada de Paris al acabar la contienda española.
Como vemos, la Virgen de Covadonga original se encuentra en Cillaperlata, y son muchos los asturianos que se acercan hasta esta localidad de Las Merindades a visitar a la “Santina”, que es como los asturianos llaman cariñosamente a su patrona, símbolo de todo un pueblo que despierta la devoción de los creyentes e incluso de los no creyentes que ven en ella un símbolo de asturianía.
En el verano del año 2001 se celebró en Asturias una exposición con motivo del centenario de la Basílica con el título “Covadonga, iconografía de una imagen”, donde se expusieron casi 400 piezas dedicadas a la Virgen y al Santuario.
La Fundación organizadora del evento pidió al pueblo de Cillaperlata la talla de la Virgen durante los dos meses que duró la exposición, y a cambio la Virgen fue restaurada en un taller de Burgos.
Como recogieron todos los periódicos asturianos con titulares como “ASI ERA LA SANTINA”, esta exposición tuvo su principal atractivo en la Talla de la Virgen de Cillapertala, que como sabemos es “gemela de la primera talla de la Virgen de Covadonga” y así dio la oportunidad de volver a ver en Asturias a la primera Virgen de Covadonga que conocieron los asturianos.
En noviembre de 2018 la Nobleza Asturiana impuso una medalla a la Virgen de Covadonga de Cillaperlata
El 17 de noviembre del año 2018 una treintena de miembros del Cuerpo de la Nobleza de Asturias llegaron hasta Cillaperlata para ofrecer la medalla que conmemora el 1300 aniversario del Reino de Asturias a la Virgen de Covadonga que se conserva en la iglesia de Cillaperlata.
El acto consistió una eucaristía, presidida por el canciller y secretario general de la diócesis, Ildefonso Asenjo Quintana, en la que se hizo entrega a la Virgen de Cillaperlata de una medalla conmemorativa del 1.300 aniversario de la proclamación de don Pelayo como primer rey asturiano.
La Iglesia de Cillaperlata se quedó pequeña para acoger la celebración, a la que acudieron, además, Caballeros y Damas de la Nobleza asturiana y miembros del Cuerpo Diplomático, así como las autoridades locales.
La delegación del Cuerpo Nobiliario estuvo encabezada por su canciller, don Manuel Ruiz de Bucesta y Álvarez , quien hizo entrega de la medalla, previamente bendecida por el párroco don José Luis del Corral.
El consejero de Relaciones Institucionales, don Alfredo Leonard y Lamuño de Cuetos, abrió el acto con unas palabras en las que compartió con los asistentes la motivación que ha llevado a la Comisión Rectora de la Medalla Conmemorativa a hacer entrega de la misma a la imagen de la Señora, y agradeció a la Archidiócesis de Burgos, al párroco de Cillaperlata y a las Autoridades Civiles del Municipio su inestimable colaboración en la organización de tan emotivo acto.
Durante la ceremonia, Antonio García López, vecino de Cillaperlata, explicó la historia de esta imagen a los numerosos asistentes que llenaron la iglesia Parroquial de la localidad.
En 2018 se cumplieron 1.300 años del origen del reino de Asturias desde la coronación de su primer rey, D. Pelayo, en el año 718. Fue la primera entidad política surgida en la España cristiana tras la invasión musulmana de 711. Con este motivo desde el principado de Asturias se han programado a lo largo de todo el año una serie de eventos culturales de diversa naturaleza dentro de los cuales se enmarca esta visita. Al prenderle la medalla que conmemora la monarquía del primero de los astures se continúa alimentando la tradición y los vínculos que han unido desde hace siglos a Cillaperlata con el Principado de Asturias y a la Virgen de Covadonga con la Nobleza de Asturias.